Rose.
Iba de camino a casa de mi abuela cuando mi coche se averió y me quedé varada en medio de la nada. Era tarde, estaba oscuro y juraba que había oído algo en el bosque.
Y entonces apareció él, esa bestia imponente que decía que no dejaría que nada me hiciera daño, que me protegería a cualquier precio... porque yo era suya.
Sexy. Mortal. Todo un macho.
Pero lo único que yo pensaba era quién me protegería de él.
Logan.
Rose pensaba que estaba perdida, pero la verdad era que estaba exactamente donde se suponía que debía estar.
Conmigo.
Ella necesitaba mi ayuda y yo estaba feliz de complacerla. Pero no estaba siendo un buen samaritano. Ella era mi compañera y yo iba a reclamarla. El único obstáculo que veía era su predisposición a ver que estaba hecha para ser mía, que entregarse plenamente a mí era exactamente como el destino había escrito nuestra historia.
Pero tenía todo el tiempo del mundo.
Cuando se trataba de mi Roja, nada más importaba.
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