Crulden el Destructor es el gladiador más peligroso de la galaxia.
Yo soy su clon, igual de feo, igual de peligroso e igual de temido. Además, me mantienen cautivo, ya que nadie confía en que una criatura como yo esté suelta.
Sin embargo, una humana curvilínea y decidida llamada Bee no cree que sea una criatura. De hecho, cree que sólo necesito un guía. Tiene a la mitad de los machos de este planeta comiendo de su mano, y está segura de que puede hacer lo mismo conmigo.
La pequeña hembra manipuladora no tiene idea de lo que le espera. No soy un tonto que se deja llevar por la cola. Pero... el campeón que hay en mí ama los desafíos.
Un campeón también quiere ganar un premio. Así que le digo a Bee que seguiré sus planes si me besa... justo en mi boca llena de colmillos.
Nunca esperé que dijera que sí...
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