2.- Always
Éramos solo unos niños cuando Daisy Price declaró que yo sería su marido un día.
Ella selló su destino.
Supe en ese momento que ella sería mía y yo sería suyo.
Para siempre.
Hasta que un día todo cambió.
Ahora ni siquiera me presta un poco de atención a menos que sea para darme esa boca suya, y no de la manera que siempre he soñado.
Pero lo acepto.
Siempre tomaré lo que pueda cuando se trate de Daisy.
Si mi vaquera necesita que pruebe que soy el hombre para ella, que soy el que siempre luchará por nosotros, mejor que se agarre fuerte, porque no voy a tomar más pedazos de ella.
Lo quiero todo.
Ella siempre ha sido mi vaquera, y planeo mantener la promesa que me hizo hace tantos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario