Cuando los padres de Hope se divorciaron hace dos años, su vida dio un vuelco. Para pasar el tiempo y evitar problemas familiares, tomó clases extras y se graduó seis meses antes de cumplir los dieciocho años. Después de haber estado lejos por más de un año, su padre regresa a su ciudad natal. Hope es reacia a visitarlo por primera vez, pero su madre insiste.
La visita a su nueva mansión no es lo que ella espera hasta que conoce a la persona que vive en la casa de la piscina.
Hace un año, Chance Avery estaba en camino de conseguir un título en Derecho en la universidad de Penn State, pero sucedió algo terrible. Chance ha perdido a todos en su vida, a excepción de su hermana.
Cuando ella se traslada a Virginia, él no tiene más remedio que ir también con ella. Con un contrato para renovar la mansión, comienza a vivir en la casa de la piscina. Su vida es aburrida y sin sentido, hasta que un día alguien interrumpe en su puerta.
Cuando Hope y Chance se encuentran otra vez, terminan pasando la noche juntos, pensando que no se volverán a ver. Entonces Hope se entera de que tiene que irse a vivir con su padre, quién ya ha advertido a Chance que no tiene permitido tocar a su hija.
Mantenerse alejados es mucho más difícil de lo que cualquiera de ellos hubiera esperado, y pronto sus sentimientos se intensificarán hasta el punto de ruptura, lo que los dejará sin poder hacer nada más que amarse el uno al otro.
¿Podrán ocultar su relación hasta que Hope cumpla dieciocho años?
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