26 de Febrero del 2021,
Querido
Simón,
Los mismos
labios rosados, los mismos ojos de color café, la misma barba de candando.
La misma
camiseta blanca, la misma cicatriz en la barbilla, un par de tatuajes más y un
cabello poco más largo.
Pero no eres
tú y no soy yo.
Somos solo
dos fantasmas parados en el lugar que un día ocupamos tu y yo, intentando recordar
aquellos momentos en donde nuestro corazón no dejaba de latir por lo
emocionados que estábamos.
Pensábamos que
solo era yo la testaruda, pero aprendimos que los dos lo éramos. Vaya que lo éramos.
Nuestra
canción se escucha en la radio, nos recuerda lo que pudimos haber sido, la vida
que no fue.
Es agridulce
el momento, se siente tan real, pero solo es el fantasma de un recuerdo.
¿Qué seremos
ahora? ¿Me convertiré en alguien de quien no hablaras? ¿Seré un secreto?
Estoy cayendo
nuevamente.
Nos amamos
en un lugar donde sin importar lo lejos que llegáramos, palabras como destino y
el futuro, estaban completamente fuera de nuestro alcance.
Todo lo que necesitábamos
era estar juntos, lo demás nunca importaba, ni el lugar ni la hora.
No somos quien
solíamos ser, no hay esa chispa ni esos ojos iluminados. Solo somos dos
extraños que se encontraron por casualidad, sin ningún lugar en mente a donde
ir, pero con el conocimiento de adonde pertenecemos.
Saludos.
Elvira
Ramos.
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