publisuites

domingo, 23 de febrero de 2020

Whitney G.


Un médico sexy...
Ser médico en una consulta privada de Nueva York no es nada fácil. Sobre todo cuando se me ocurre contratar como nueva residente a la mujer con la que iba a tener una cita dos semanas atrás y que me dio plantón con un «No podemos vernos más, lo siento», después de haber acordado llevar a la realidad nuestras conversaciones online. No he olvidado ninguna de las sexys fantasías de las que me habló, y aún no he borrado todas nuestras charlas tan subidas de tono. Y si se piensa que voy a actuar como un profesional y que voy a hacer como si nada de eso hubiera pasado, lo lleva claro...
Un cliente descarado...
Hoy es, oficialmente, el peor día de mi vida... Me he despertado tarde —después de una noche loca con el hombre más guapo y descarado que he conocido en mi vida—, mis dos mejores clientes de mi agencia de Relaciones Públicas me han dejado y mi compañera de piso ha desteñido mi traje favorito. Aun así, todo se podía enderezar: hoy firmaba con un desconocido e importante cliente un contrato de esos de ensueño. Pero a la hora de la firma no ha venido ningún deportista famoso, ni una estrella de televisión ni ninguna celebridad. En su lugar ha aparecido el tío espectacular de anoche con una sonrisilla en la cara, y se ha presentado como mi nuevo y descarado cliente.
****
Asunto: Mi jefe
¿Te he dicho ya hoy que odio a mi jefe?
Aunque esté más bueno que el pan, estoy deseando verle la cara dentro de dos meses, cuando le diga que voy a presentar la dimisión y que puede besarme el culo. ¡Be-sar-me-el-cu-lo!
Todas esas fantasías en las que él me besaba con esa boca irresistible o me hacía inclinarme sobre el escritorio han terminado. Ter-mi-na-do.
Tu mejor amiga,
Mya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...