Para Lucky Gunn, el combate más duro de su vida pasa fuera de la jaula.
En el lado sur de Chicago hay un viejo gimnasio llamado The Brick Yard.
Hace diez años, en un día extremadamente frío, Lucky Gunn entró vagando a The Brick Yard vestido con una andrajosa chaqueta buscando refugio. No había esperado que el propietario, Tony Brick, le diera la bienvenida con un trabajo y un lugar dónde dormir cuando la madre agresiva y drogadicta de Lucky hizo que fuera demasiado peligroso volver a casa.
Dray era un hombre gay viviendo en un mundo de luchadores heteros. Cuando su secreto fue expuesto a los medios, lo dejó, dándole a Lucky un consejo: si quieres conseguir ser un luchador de MMA, entierra la parte de ti que no será aceptada.
Lucky descubre que la jaula es el lugar perfecto para mantener sus demonios a raya, pero cuando descubre que su entrenador y mentor, Brick, está sufriendo un cáncer en estado terminal, empieza una espiral fuera de control. Después de ocho años, Dray vuelve a ayudar a Lucky y Brick a tratar con las devastadoras noticias.
Con Dray tan cerca, los antiguos deseos de Lucky vuelven, y Dray le enseña algo más que cómo luchar. Dividido entre su carrera y la pasión que siente por Dray, Lucky descubre que los demonios de su pasado vuelven a resurgir con toda su fuerza, amenazando su cordura y su relación de camaradería con Dray.
A pesar de dejar la jaula años antes, Dray se encuentra en la lucha de su vida con el único hombre que ha amado. ¿Se quedará y luchará o abandonará como hizo años antes?
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