Todos tenemos algo que ocultar, encerrado en lo más profundo de nuestro ser, guardamos celosamente ese lado oscuro que no queremos que sea develado ante los demás.
Sí, también yo lo hago.
Es por eso que estoy aquí, fingiendo ser alguien que no soy, escapando del mundo y de quienes me persiguen.
Debo hacerme invisible. Es mi única salida, mi única defensa.
Y, sin embargo, él me descubre. Por primera vez en mucho tiempo, él logra desgarrar el manto, desnudando ante sus ojos mi cuerpo y, me temo, que también mi alma.
Debo huir y lo que siento me lo impide, como la gravedad, es deseo y es amor.
Ya no sé quién soy, solo sé que le pertenezco, al menos hasta que la luz revele los secretos que llevo escondidos bajo la piel.
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