Scott Everest.
Veinticinco, bocazas, intérprete de teatro musical... es decir, si pudiera encontrar trabajo en un mar de modelos de Los Ángeles.
Corrí desde Los Ángeles para escapar de la recompensa por mi cabeza. Pensé que esconderme en Jersey sería un movimiento inteligente, hasta que cometí el error de conectarme con un matón italiano que conocí en un club. Se suponía que iba a ser una aventura de una noche, rápida y fácil. ¡Ahora, no puedo escapar del tipo! Es sarcástico, presumido y le gusta ponerme nervioso. Cada vez que lo veo, todo lo que quiero hacer es sacar esa molesta sonrisa de su hermoso rostro. Entonces, ¿por qué de alguna manera siempre termino en la cama con él?
Dominic Rossi.
Veintisiete, italiano, lavador de dinero profesional... sí, soy el tipo que mueve el dinero y evita que todos vayamos a la cárcel.
Desde el momento en que cometí el error de acostarme con él, parece que no puedo deshacerme del chico. ¡Él está en todas partes! Sin mencionar que es el hombre más grosero, arrogante, egocéntrico e inconsciente con el que he tenido el placer de discutir. Entonces, naturalmente, cuando alguien intenta asesinarlo, termino protegiéndolo. Qué puedo decir, soy un fanático de las personas que necesitan ayuda. Ahora, si pudiera encontrar una manera de dejar de enamorarme del hombre que me vuelve loco.
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