Chandler Gamble tiene una regla: no proteger a alguien con quien quieras enrollarte. Pero con Alana está atrapado entre su trabajo y su cada vez más difícil libido. Por un lado, Alana necesita su ayuda. Por otro, Chandler no quiere nada más que tomar ese volcán caliente de mujer en sus manos. Hacerla retorcerse de placer hasta que esté a su completa merced.
Ella necesita protección. Él necesita satisfacción. Y en el momento en que la línea se cruce, todo un infierno se desatará...
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