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domingo, 29 de julio de 2018

Emma Hart


Una empleada de mantenimiento. Un padre soltero Un par de mellizos. Y la pared no es lo único que se perfora...
Aprendí por las malas que ser una empleada de mantenimiento no es fácil. Las preguntas, las miradas, la suposición de que soy la orgullosa dueña de un pene y un par de pelotas. No es que me importe. He demostrado una y otra vez que estoy lista para cualquier cosa que los imbéciles me pongan delante.
Excepto el soltero y caliente padre de mellizos que acaba de mudarse a la ciudad.
Brantley Cooper se sorprende cuando aparezco en la puerta de su casa para arreglar las nuevas habitaciones de sus hijos. Su hijo está confundido porque "la bella dama tiene un taladro", y su hija tiene una nueva obsesión: yo.
En teoría mi trabajo es fácil. Entrar, hacer sus habitaciones e irme.
Pero  estoy pasando ocho horas al día con un guardia sexy como el infierno, y me quedo a cenar más a menudo de lo que como a solas en mi sofá viendo repeticiones de Friends.
No debería quedarme a cenar. No debería ayudarlo con los mellizos. No debería enamorarme de esos pequeños dedos de los pies y esas mejillas con hoyuelos.
Y definitivamente no debería besar a mi cliente.
Oooppss...

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