(Dime que me quieres)
Cualquier mujer con dos dedos de frente huiría como de la peste de un hombre sexy, arrogante y seguro de sí mismo como Rafa: un depredador, un seductor incapaz de enamorarse.
Laia lo sabe y, aun así, no consigue escapar a su encanto. Separados por 500 kilómetros de distancia, pero unidos por una irrefrenable atracción física, comenzarán una relación que solo se basa en el sexo, pero que poco a poco cambiará la vida de ambos para siempre.
Laia lo sabe y, aun así, no consigue escapar a su encanto. Separados por 500 kilómetros de distancia, pero unidos por una irrefrenable atracción física, comenzarán una relación que solo se basa en el sexo, pero que poco a poco cambiará la vida de ambos para siempre.
Rafa no cree en el amor y no confía en las mujeres. Laia está dispuesta a demostrarle que está equivocado.
Si hay errores imperdonables que, después de todo, podrías perdonar a la persona que amas, entonces un depredador, tal vez, puede aprender a decir “te quiero”.
Si hay errores imperdonables que, después de todo, podrías perdonar a la persona que amas, entonces un depredador, tal vez, puede aprender a decir “te quiero”.
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