6 de Abril del 2021,
Querido
Simón,
No nos
saludemos cuando nos veamos. No nos preguntemos
como estamos. Borremos nuestros números de celular y quememos aquellas cartas
que nos mandamos. Incluso después de
mucho tiempo, no sonriamos ni pensemos en recuerdos del pasado y finjamos que esto
jamás sucedió.
Seamos
nuevamente dos extraños, que algún día compartieron algo.
Después de
un año y medio vuelvo a entrar en aquel café, donde te encuentro sentado en la
misma mesa alado de la barra.
Ya no sé
cómo hablarte.
No sé si ya
perdí tu interés, ojalá supieras que todavía te extraño.
¿Será que
alguno de los dos podrá romper la promesa que nos hicimos?
¿Será que
todavía me extrañas y te abrazas al recuerdo?
¿Sera que
todavía te imaginas mi voz y sueñas despierto con ella?
Como ha
pasado el tiempo…
Supongo que
esto es de lo que todos hablan, una vez en la vida debemos de sobrevivir a un
corazón roto.
Ya ni
recuerdo lo que hiciste, ni el día exacto en que te fuiste.
Poco a poco
no va a quedando nada a lo que me pueda aferrar.
Solo se que
nos prometimos olvidar.
Ahora
estamos frente a frente y ni siquiera me puedes ver a la cara.
Vivíamos de
boca a boca, nuestros labios no querían soltarse, nos comíamos con la mirada.
Ahora ni
siquiera podemos respirar el mismo aire.
Pasamos de
ser todo a nada.
Aunque no
quisiera perderte, se que me que tengo que ir, así que lo hago.
Camino lejos de ti nuevamente, porque sé que
tu no lo harás, así que la que se va, soy yo.
Saludos.
Elvira
Ramos.
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