Scrooge.
Grinch.
Old man potter.
Caspar Payne lo ha escuchado todo, y las comparaciones menos favorables no consiguen despertar su espíritu navideño. En lugar de ponche de huevo y café con leche sabor a menta, prefiere ahogar su odio por las festividades más desagradables con una botella de whisky. Excepto que el alcohol y la tristeza pueden ser una combinación mortal y cuando se encuentra tambaleándose al borde de un puente en Nochebuena, lo último que espera es encontrarse a un ángel con el abrigo de Santa Claus.
En teoría, Nick debería amar la Navidad, pero no es así. Ser el hijo del hombre conocido como Santa Claus honestamente no es tan bueno como parece. Destinado a hacerse cargo de un trabajo que no quiere con una esposa a la que no desea, Nick pasa sus días mirando a la gente común a medida que avanzan en sus vidas. Gente como Caspar Payne, un hombre no creyente que lo ha cautivado desde el momento en que vio su nombre por primera vez en la lista de los traviesos, diecisiete años atrás. Entonces, cuando Nick lo visita en Nochebuena, uno de los días más tristes del año para Caspar, se horroriza al verlo parado en una helada barandilla. Pero salvar a Caspar de sí mismo requerirá algo más que un milagro navideño.
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